En mi mano, una carta que comenta con impecable amabilidad y educacion el dia y la fecha del encuentro. Miles de caras desconocidas para mi, me juzgan, para bien o para mal. Cierro los ojos y cuento hasta 3. Cuando vuelvo a mirar al frente, los nervios se han marchado, y parezco segura de mi misma. Repito. Lo parezco. Doy un par de pasos, y me vuelvo a parar. Busco con la mirada alguna cara conocida, algun gesto familiar, pero mis ojos vuelven a cruzarse con una escena por completo desconocida.
De repente, algo conocido se cruza por mi mente, pero por desgracia, no es lo que yo andaba buscando. Una persona pasa por mi lado, y me mira de arriba abajo, haciendo como que no me conoce, siguiendo para delante. Pero si me conoce, estoy segura que me conoce de algo, no se de que, pero en su expresion no veo mas que indiferencia.
En un ultimo suspiro, caigo al suelo de rodillas, y el papel de mi mano se vuela. Es importante, lo necesito, pero no se donde ha caido, y realmente no tengo ningunas ganas de moverme de alli. No desde que se que tu ya no estas conmigo
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