17.12.11

Un añito

Todavía siento aquel primer roce de labios. Fue tan suave, tan efímero que si no llego a abrir los ojos a tiempo para verte separandote, hubiera jurado que era una ilusión, un espejismo. Pero no, ese beso existió, al igual que todos los demás que, hasta hoy nos hemos robado.
Te amo. Más que a nada. Siempre

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