Recibí tu mensaje...

Y me puse super feliz y melancólica.
Mire a todos lados, como esperando verte, pero como era lógico, no estabas.
Me desaté las botas de fútbol y me tumbé en la toalla colocada sobre el frio cesped.
Notaba el aire congelado entrando por la boca y refrescando mis pulmones.
Sonreí.
Escuché un sonido familiar y abrí los ojos. Un avión. Me puse a mirarlo, ¿qué hace un avión ahi?
Y entonces me acordé. Paz, estas en un parque relativamente cerca del aeropuerto, es normal que haya un avion.

Y entonces me acordé de ti, y tuve ganas de llamarte. Pero no puedo, y resoplo, viendo cómo el aire condensado sale de mi boca en forma de humo.
Miré mi muñeca. Ahí estaba. Siempre conmigo, como si fuera un pedacito de ti.
Sonreí y noté un cosquilleo en la cara. Era Fujur, ya estaba mordiendome la oreja de nuevo.
Lo cogí y lo coloqué en mi pecho. Quería irse, pero lo apreté sobre mi y me miró con cara de mala leche. Una risa tonta salió de mi boca y lo dejé escapar. Rodé sobre mi misma y me apoyé en los codos, mirando como los bichitos jugaban. Miré mi fondo de pantalla y reprimí un impulso de besar la foto que mostraba. Me sentí idiota, y me volví a abrochar las botas. Levanté la mirada y vi a la gente gritando y riendo. Me siento mejor que nunca, pasó por mi mente, aunque me falta ella. Bueno, ya queda menos, pensé sacudiendo la cabeza. Dejé el movil en su sitio y le eché una última mirada al pequeño hurón. Salí corriendo camino a la pelota y seguí jugando.



Me haces sonreir. Hagas lo que hagas. =)

Te quiero